Nada

Carmen Laforet obtuvo un gran reconocimiento con su novela nada, publicada en el año 1944 cuando contaba con tan solo veintitrés años. La novela, que ganó el primer certamen de Premio Nadal, refleja un ambiente opresor que entronca con la narrativa existencial de la época.

Argumento: 

La novela se ambienta en los años posteriores a la Guerra Civil. Una joven llamada Andrea llega a Barcelona con grandes expectativas para empezar sus estudios en la universidad. Reside en casa de su abuela junto a esta y a otros parientes: su tía  Angustias, su tío Román, su tío Juan, Gloria ( mujer de Román) y Antonia, la criada. Las ilusiones de la llegada se irán apagando al mismo tiempo que descubre el ambiente sórdido de la casa. Tampoco la vida universitaria satisface sus anhelos y al final irá de la ciudad con la desolación de no haber aprendido nada positivo, aunque sí ha descubierto en qué tipo de sociedad vive.


Temas:

Las ilusiones de Andrea se estrellan contra una realidad social caracterizada por la hipocresía, el miedo y los viejos odios. Lo único que aprende Andrea es la inautenticidad y la falsedad moral que impregnan todas las relaciones sociales y familiares.


Estilo:

Nada es una obra de estilo sencillo y de estructura covencional. Carmen Laforet utiliza un narrador interno, la propia Andrea, que cuenta su historia en primera persona. La historia está contada con un lenguaje claro, que comunica muy bien al lector la sordidez ambiental del mundo de los personajes.


Teatro:

El panorama teatral de la posguerra está determinado por la censura, que afecta tanto al texto como a su representación.

El teatro predominante en esta época es el teatro burgués, compuesto principalmente por comedias de entretenimiento centradas en las costumbres de la clase media. También se escriben dramas de tesis, que abordan problemas de la burguesa, y dramas históricos, en los que se defienden los valores ideológicos sustentados por la dictadura.

las obras de este período defienden los valores tradicionales (el trabajo, la familia o el amor conyufal) desde la visión burguesa del mundo. Suelen tener finales felices y se caracterizan por los diálogos bien construidos, con el lenguaje muy cuidado.

Los autores más reconocidos de la época son Jacinto Benavente, que continúa su modelo de teatro comercial anterior a la guerra, y Enrique Jardiel Poncela.

                                                       Jacinto Benavente

 Ganador del premio Nobel en 1922, Benavente es el creador de la fórmula dramática más exitosa de la posguerra. Esta fórmula se basa en construir argumentos convencionales de perfecta técnica escénica y cuidados diálogos.

Comenzó a publicar a finales del siglo XIX. Hasta 1914 compone comedias burguesas y dramas rurales, ligeras sátiras de las costumbres de la burguesía y de la aristocracia, en las que el amor es la clave de la solución de los conflictos. A partir del año 1914 las obras de Benavente, más moralistas y sentimentales, conceden mayor importancia a los diálogos.

                                                  Enrique Jardiel Poncela

Dramaturgo, guionista y novelista que, junto a Miguel Mihura, renueva la comedia empleando humor para caricaturizar convenciones de la sociedad del momento, dentro de los límites de  la censura.

Se trata de un humor deslumbrante, basado en situaciones disparatadas y absurdas que se encadenan de forma inesperada, dando lugar a una trama compleja que se resuelve al final de la obra.

Sus obras alcanzaron gran éxito y en ocasiones provocaron polémica. Entre sus obras más famosas se destacan Usted tiene ojos de mujer fatal, Eloísa está debajo de un almendro o Los ladrones somos gente honrada.       

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